Cierra los ojos. Lleva tu respiración y tu concentración hacia sentir tu cuerpo.
Imagínate toda la energía del universo. Una enorme, inmensa, tremenda cantidad de energía. Soles, Agujeros Negros, Galaxias enteras. Imagina también la energía contenida en cada átomo. No solo de la tierra, sino de los infinitos planetas de todo el universo.
Concentra toda esa energía. Imagínate capaz de concentrar toda esa energía en un punto tan pero tan minúsculo que sea subatómico. Dentro de ese punto está concentrada la infinita energía de todo el universo. Fuera de ese punto, la inexistencia. La nada misma.
No existe ni el tiempo ni el espacio. Solo EL TODO y LA NADA. No existe el espacio porque todo existe en potencial en el mismo lugar y al mismo tiempo. No existe el tiempo porque llegamos al límite de que si no hay espacio, no hay movimiento, no existe el tiempo.
De repente todo eso tiene una intención, tiene un propósito, tiene un objetivo. Decide expandirse. Decide experimentarse a sí mismo. De repente surge la idea de “¿Qué pasaría si…” Cuánticamente surgen las infinitas posibilidades. Cada una de ellas una experiencia. Cada una de ellas una cadena infinita de experiencias. Y con cada cadena de experiencia surgen infinitas manifestaciones de realidad
Solo una ínfima cantidad de esas experiencias dará como resultado vida. Una cantidad infinitamente menor aún será la que pueda perdurar en el tiempo. Y de esa infinitésima cantidad surge una infinitésima posibilidad de inteligencia consciente. A lo largo de los miles de años de la existencia del homo sapiens sapiens (el hombre que es consciente que tiene consciencia), muchos perecen. Otros dejan este plano sin perpetuar su existencia.
Toma conciencia ahora de lo maravilloso de tu existencia.
Eres el éxito de las infinitas posibilidades que te trajeron hasta aquí. Eres hijo de ese Dios creador, concentrado pero no limitado a esa expresión de energía inicial, en esta expresión que apenas puedes vislumbrar en este plano de existencia.
Pero nunca olvides que detrás hubo, hay, y habrá un propósito por el cual el tiempo, el espacio, la materia y la energía misma se desplegó.
Eres esa chispa de luz infinita que en algún momento se preguntó a sí misma. Eres hijo de las infinitas posibilidades. Eres las infinitas posibilidades hecho materia.
Por eso, cuando te surja la eterna duda del propósito de tu existencia, recuerda siempre que estás aquí para llevar a esa conciencia a experimentar cada una de esas posibilidades. Tu alma eterna, como una grabadora imparcial y absoluta viene aquí a ser testigo experimental del propósito de la vida.
Durante tu viaje usarás este formato de energía que se llama cuerpo humano. Tu misión es experimentar la existencia y recabar la mayor cantidad de datos (emociones) posible. Para que puedas tener un viaje exitoso y productivo, ese cuerpo vendrá pre cargado con un piloto automático llamado Inconsciente Biológico. Él se ocupará de avisar cuando algo atente contra la integridad de ese cuerpo y también cuando te desvies de tu propósito. A veces eso puede molestar un poco. Como una alarma que suena sin cesar hasta que le prestas atención. Pero puedes tener la seguridad que todo esto que te muestra tiene un propósito.
Es por eso que cuando algo te molesta en tu vida, cuando algo te preocupa, solo lo está haciendo por tu bien, y en definitiva, para el bien de todo este gran suceso universal. Al fin y al cabo… de esa energía infinita venimos… y a esa energía infinita vamos. Nada muere. Nadie muere. Solo transforma su forma de existencia.
Suelta tu mente. Abrele el espacio a tu alma. Conéctate con lo más profundo de ti y verás que todo lo que existe, todo lo que existió, y lo que nunca existió, está todo en ti…
Eres la totalidad hecha conciencia.